Imaginar algo nuevo y aprender para emprender con corazón

Cuando Scarlet Pambianchi  decidió  dar el paso de migrar lo hizo con  grandes  expectativas, aunque  consciente de que no sería  un camino fácil. Desde el primer momento, su  motor interior fue dar a su familia un mejor porvenir, lo cual obviamente incluía  ayudar económicamente las personas que habían quedado en el país de origen. Si bien su primer destino fue México, el  accidente inesperado de un allegado y sus  complicaciones trastocó todos los planes, por lo que decidió un cambio de destino, Perú, donde crearía una empresa propia para que ésta fuera una parte importante de la familia. 

 

Una  amiga les  ofrece  a ella y a su pareja, trasladarse a la ciudad de  Lima  para trabajar en el área del deporte, con una oferta económica interesante, ya que su especialidad es gimnasia artística. Pero llegados a destino, la promesa se diluyó,  y tras descubrir que nada era como le habían prometido  volvió  dar  prioridad a la idea de un  emprendimiento,  cada vez con más  persistencia.  

 

Scarlet tenía claro que un negocio propio debía  ser algo  tan necesario como  original, así que cuando vio con claridad que  su emprendimiento estaría enfocado al alzado artesanal, su proyecto empezó a cobraforma minuto a minuto. Nos cuenta cómo aun partiendo del desconocimiento del rubro la exploración en la línea elegida  le resultó fascinante, ya que unía aquellos componentes que para ella son fundamentales: ilusión, la imaginación y creatividad. No obstante, pronto ella y su pareja se dieron cuenta que necesitaban capacitación para dar   forma realmente a la  idea de negocio que ambos tenían.  

Y OIM   ha sido para nosotros eternamente una bendición con sus  capacitaciones tan completas, desde cómo iniciar  y mejor un  negociohasta educación financiera, y mentorías de fortalecimiento  socioemocional. Porque muchas veces pensamos que emprender se refiere solo hecho de producir, de estar solo pendiente de lo  financiero, de que cuanto se produce lo es todo, y es que resulta que a veces  se pasa por alto que,  como migrantes, internamente nos quedamos  vacíos, y así no hay fuerzas para los emprendimientos¡Por eso agradezco tanto la  integración de las mentorías!  Y no sólo porque me hizo ver que para sostener un emprendimiento se  hace necesario empezar desde el corazón, sino porque estoy convencida que  esta es la mejor medicina que hemos podido tener”.

Por cierto,  la  empresa de fabricación de calzados artesanales  con diseños personalizados, llamada  Retazos de imaginación S.A.C es como dicen sus creadores  80% artesanal, pero  100% impregnados de amor.